Cuando yo tenía catorce años, mi padre era tan ignorante que no podía soportarle. Pero cuando cumplí los veintiuno, me parecía increíble lo mucho que mi padre había aprendido en siete años
Mark Twain
Cercedilla se puede considerar como el centro madrileño del mtb. Desde esta localidad, una de las más bonitas de la sierra de Guadarrama, parten innumerables rutas, de todas las dificultades que uno pueda imaginar. En esta ocasión, he elegido una de las clásicas. Dejo el coche en el aparcamiento de la estación. Como siempre, me encuentro a numerosos bikers que se prestan a iniciar sus rutas. Salgo y me desvío a la derecha, en dirección al Puerto de la Fuenfría. En un principio la carretera está perfectamente asfaltada, hasta llegar a la zona recreativa de las Berceas. Hasta ahora, hemos coincidido con el camino de Santiago. A partir de aquí, el camino continúa por la calzada romana, que no es ciclable, por lo que nos desviamos por la izquierda, aunque más arriba volveremos a encontrarnos con la calzada. Desaparece el asfalto, pero la pista que tomamos es perfectamente ciclable. Este tramo es bastante pestoso, pero a partir del punto en que nos volvemos a cruzar con la calzada, comienza un tramo en suave ascenso, por medio del bosque, que nos lleva hasta una cerrada curva a izquierdas que nos permite cambiar de vertiente. Estamos ahora en el lado sur y lo primero que vemos es el mirador de Vicente Aleixandre, que nos invita a descansar un momento y disfrutar de las magníficas vistas. Llevamos ya 9 km de ruta y nos quedan todavía casi otros 4 km hasta llegar al alto de la Fuenfría. Esta pista por la que transitamos es la llamada carretera de la República, un intento de unir Madrid con Segovia por este valle, anterior al definitivo de Navacerrada y que se abMark Twain
Una vez llegados al alto, nos encontramos con una encrucijada de caminos. Si seguimos de frente, coincidiendo con el camino de Santiago, llegaríamos a Segovia. A la derecha, por el camino Schmidt, nos acercaríamos al puerto de Navacerrada, aunque este camino es más bien para senderistas. Si se va en bici hay que echar pie a tierra con frecuencia. Elijo en esta ocasión la pista de la izquierda, que nos lleva al Collado de Marichiva. En este punto, se atraviesa la portilla a la derecha que nos introduce en el Valle del Río Moros. En un corto y rápido descenso por una pista en muy mal estado llegamos a otra, que cogemos por la izquierda. Casi siempre en descenso, vamos atravesando todo el valle por medio de un frondoso bosque, hasta que llegamos a una cerrada curva a de
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