sábado, 15 de diciembre de 2007

16-12-07. Torrelodones, Molino de la Hoz

Es totalmente cierto que el vino gana con la edad; cuanto más viejo me voy haciendo, más me gusta.”
Anónimo
Las aguas del ciclismo español siguen bajando turbias. Esta semana nos hemos enterado del positivo de Pecharromán. ¿La sustancia dopante?: ¡un crecepelo!. Lo siento por el pobre ciclista, que lo estará pasando muy mal, pero no he podido evitar soltar una carcajada cuando lo he leído. Ha dado positivo por ingerir una sustancia para combatir el síndrome de Hortaleza (tiene más pelos en los huevos que en la cabeza). Este tema se merece un monólogo en el club de la comedia.

La ruta de hoy tiene propiedad intelectual. La he sacado del siguiente enlace:


Gracias a su autor, Ciudadanodelmundo, por compartirla. Aunque originalmente se inicia en el Puente de Retamar, al vivir en La Navata, la he iniciado prácticamente en la puerta de mi casa. Es sorprendente que después de tantos años viviendo en la zona, todavía me queden por conocer senderos y caminos. El tramo entre La Navata y Torrelodones lo descubrí la semana pasada. Hoy, he descubierto el camino entre Torrrelodones y Molino de la Hoz. Primero discurre por una ancha pista de tierra. Después, se inicia un descenso por una pista hormigonada en una zona de zetas con una gran pendiente. Tiene que ser durísimo subirla. No me ha quedado muy clara la función de esta pista. Terminado el descenso, acaba bruscamente la pista y se inicia, durante varios kilómetros, un sendero casi escondido que debe ser un suplicio en verano, ya que te debes destrozar los brazos y las piernas con las jaras que lo invaden, hasta hacerlo desaparecer por momentos. Acaba en la presa del Gasco, una obra impresionante del siglo XVIII, que en su gestación constituyó el germen de una idea tan sencilla como descabellada nos podría parecer ahora: comunicar el interior de la península con el mar mediante canales navegables. Los consejeros de Carlos III debieron convencer a su rey de la viabilidad del proyecto, que consistía básicamente en comunicar mediante canales las cuencas fluviales de los ríos Guadarrama, Manzanares, Jarama, Tajo, Riansares, Zancara, Jabalón, Guarrizas, Guadalén, Guadalimar, y Guadalquivir. Se iniciaron las obras en el año 1785 y se interrumpieron definitivamente en el año 1799, cuando una terrible tormenta destruyó parte del muro meridional. A partir de ahí se abandonó el proyecto. Además de los restos de la presa, no aptos para personas con vértigo, se pueden contemplar tramos del canal cerca de la presa, así como en Las Matas. Una vez atravesada, con precaución ( tiene una altura de 70 mts., ahí es ná) he tenido un pequeño despiste y he salido a la carretera del Escorial antes de tiempo, por lo que en rápido descenso me he dirigido hasta el puente de Retamar, donde se inicia la pista de subida hasta Colmenarejo, con algunos tramos bastante duros en los que se hace necesario el plato pequeño. Dado que andaba mal de tiempo y el resto de la ruta lo conozco bien, he optado por dirigirme directamente a casa tras haber completado 35 km. Eso sí, me he creado una asignatura pendiente con esta ruta. He de completarla y además sin los pequeños despistes de hoy.


1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Pero esa pista no es propiedad privada? Por eso nunca me he atrevido a hacerla, y eso que cuando la veo desde el tren se me ponen los dientes largos.