domingo, 25 de julio de 2010

25-7-2.010. Divagaciones y delirios

Mira si será malo el trabajo, que deben pagarte para que lo hagas
Facundo Cabral

La práctica del ciclismo, además de los beneficios para la salud, conlleva otros efectos colaterales. El más importante, que las muchas horas pedaleando nos permiten estrujarnos las pocas neuronas útiles. Se obtienen así importantes reflexiones, como las que a continuación expongo:


* A veces, algunas veces, tras ímprobos esfuerzos, conseguimos adelantar a alguien en una cuesta. No pasa nada. A los treinta segundos, seremos adelantados por una grupeta formada por 20 globeros, 5 chicas y un chaval de 12 años con una bici del Carrefour. Sirva para dejar la autoestima en su justo lugar.
* Muy interesante resulta observar los avituallamientos en las marchas. No falla: el biker que toma más barritas de las necesarias tira al suelo los envoltorios.
* Cuando subimos un puerto, siempre nos autoconvencemos de que una de las ruedas va frenada, si no las dos. Es la única razón para que vayamos tan despacio.
* No hay nadie, pero nadie, que sepa utilizar todas las funciones del GPS.


* Si los caballeros ciclistas nos cruzamos o adelantamos a una fémina en bici, desviaremos la mirada hacia la zona del sillín (de la fémina). Bueno, es que nos interesan la marca y modelo.
* Cuando en un grupo hay una caída, siempre oiremos esta frase: ¡cada uno se baja como quiere!.
* Los supergloberos somos así: yo quería ir al Soplao, pero ese día trabajo.
* En un puerto de doble vertiente de tierra, la piedra suelta suele estar en la subida.
* Una de las mayores ventajas del ciclismo es que no se utilizan vuvuzelas.


* Se ha publicado recientemente una encuesta del CIS sobre las leyendas urbanas más famosas. Son las siguientes: la chica de la curva, el submarinista chamuscado que aparece en un incendio forestal y el ciclista español implicado en la Operación Puerto que lo reconoce y colabora con la justicia.
Continuará... (o no).





2 comentarios:

pablo.bk dijo...

Interesantes divagaciones Chema, aunque he de decirte que tienes razón en todo lo que expones. Mucha razón.
Ayer me acordé de tí cuando bajé de Navafría por el impresionante sendero/pista que baja por la parte derecha de la carretera. Qué gran ruta esta de Malagosto. Cuando quieras te enseño esa bajada, es la típica ruta que repetiría 1000 veces.

JM Echeverría dijo...

Hola, Pablo. Ya sabes, el calor, que derrite las neuronas...
Me apunto la bajada de Navafría. Tengo también pendientes dos o tres rutas majas en el valle de Lozoya, que da mucho de sí.
Saludos