lunes, 31 de octubre de 2011

30-10-11. Collado Mediano-La Fuenfría-Cotos

 Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas.
Albert Einstein

La de hoy es una ruta con dos ascensiones. La primera, al Alto de la Fuenfría, es más larga pero bastante llevadera. La segunda, la subida a Cotos a través del Camino Viejo del Paular, es más corta pero durísima, tanto por las pendientes como por el mal estado de la pista en algunos tramos.
Hemos iniciado la ruta en Collado Mediano en dirección a Los Molinos a través del alto de la Serranilla. La mañana, aunque fría, prometía buen tiempo, como así ha sido. En algunos momentos hemos pasado incluso bastante calor.

Zona de las Dehesas
En este pueblo empieza ya a picar la carretera hacia arriba. Hasta llegar al Alto de la Fuenfría no tendremos prácticamente un momento de descanso. Pero es una subida que nos resulta bastante cómoda. También es cierto que la hemos subido tantas veces que nos conocemos cada recodo y cada trecho más complicadillo. Hasta pasar la zona de las Dehesas, ya en Cercedilla, no dejaremos el asfalto. Hay que estar atento para no tomar la calzada romana, totalmente inciclable. En este punto, donde acaba la carretera, muchos aparcan el coche e inician el ascenso en bici. Es una opción, pero creo que  se pierden una parte muy interesante del ascenso.

¡Cuanta afición!

Una vez atravesada una barrera que impide el tráfico, comienza la que quizás es la parte más dura, hasta un punto en el que nos volvemos a cruzar con la calzada romana. Nosotros tiraremos de frente, atravesando una portilla. Aquí empieza la parte más tendida, hasta llegar al mirador de los Poetas, donde efectuamos un cambio de vertiente que nos regala unas vistas increíbles hacia el sur. Y entre los pinos, de vez en cuando se adivinan hacia el Oeste la Bola del Mundo y las crestas de Siete Picos. Como hay incluso un pequeño descenso, podemos relajarnos con las vistas antes de afrontar los últimos kilómetros hasta el alto. Justo antes del mirador de la Reina, paramos en la fuente a repostar agua.



El mirador de la Reina

En la cima paramos un rato a descansar y dar buena cuenta de unas barritas. A escasos metros, un grupo de cazadores aguarda tras un parapeto el improbable paso de las palomas torcaces, en su migración hacia tierras sureñas. Es una manera como otra cualquiera de pasar la mañana del domingo, aunque nos pueda resultar absurda.

El Alto de la Fuenfría

Iniciamos un descenso de varios kilómetros hasta la fuente de la Reina por una pista llena de piedra suelta que resulta agotadora. Me gustaría probar aquí una bici doble. Nunca he tenido ocasión de hacerlo, y no sé si en circunstancias similares supone un incremento apreciable de la comodidad, pero estamos llegando a una edad en la que buscamos el mínimo sufrimiento.
Después, giramos a la derecha para tomar una carreterilla asfaltada en buen estado que nos llevará hasta la carretera del puerto, a la altura de las siete revueltas. Entre un cerrado bosque, lo más significativo es el frío, agudizado por la alta velocidad conseguida.
Cuando llegamos a la carretera, tenemos que tomar dirección al puerto de Navacerrada durante unos cientos de metros, hasta llegar a una cerrada curva a derechas. La cruzamos y, tras atravesar una barrera, iniciamos la segunda subida del día, ésta mucho más dura.

Poco antes del Camino Viejo del Paular

Al principio, una pista asfaltada hace más cómodo el pedaleo, aunque también subimos algunos rampones de cuidado. Pero lo bueno comienza cuando giramos a la derecha y tomamos el Camino Viejo del Paular. Con los primeros metros, además, nos hemos preocupado, ya que las recientes lluvias y el paso de camiones han formado unas roderas en las que mantener el equilibrio resultaba problemático. Pero ha resultado una falsa alarma, posteriormente, la pista está en relativo buen estado. Ese es el único consuelo, el buen estado de la pista, porque en cuanto a pendiente, no ha dejado de castigarnos con unos porcentajes que me gustaría conocer en detalle, aunque sin duda alguna son en su mayor parte de dos dígitos.

Camino Viejo del Paular

Prácticamente al final de la subida, hay un trecho en muy mal estado, con pedrolos y raíces superficiales. Esta vez, solo he pateado unos 20 mts, y el último tramo, hasta los dos escalones de piedra que nos dan la entrada en Cotos, lo he podido hacer del tirón. Aquí, un abuelete se ha entretenido en hacernos fotos, a nosotros dos y a otro biker que iba justo por delante. Me gustaría verlas solo por contemplar el careto de sufrimiento que llevábamos.
En Cotos nos hemos dado el gustazo de sentarnos en la terraza del bar mientras dábamos cuenta de unos Aquarius y unas barritas, contemplando a los numerosos moteros que se habían dado cita, animados sin duda por el buen tiempo reinante.




Puerto de Cotos, 1.830 mts
Tras el merecido descanso, hemos encaminado nuestras monturas hacia Navacerrada. Son 7 kilómetros prácticamente llanos. He de reconocer que me he aprovechado de forma inmisericorde de mi hermano, gran rodador él. Ni un solo relevo le he dado. Es lo que tiene la confianza fraterna.
Una vez en el puerto, la opción lógica de bajada, para todo biker que se precie, es el camino del Calvario. Sin embargo, esta vez, dada la falta de tiempo, hemos optado por la carretera. Cada vez me da más yuyu, qué tiempos aquellos en los que la despreocupada juventud nos permitía locuras en forma de descensos..., iba a decir suicidas, pero tampoco es para tanto.
Hasta llegar a la urbanización Serranía de la Paloma, ya en Collado Mediano, y nada más pasar la presa de Navacerrada, no hemos abandonado el asfalto. Solo nos queda una rápida pista para volver al punto de inicio.
El señor wikiloc nos dice que la ruta tiene 58 km y 1.380 mts de desnivel acumulado. Habrá que creerle.


Aunque es un tema ajeno a la filosofía de este blog, quiero manifestar la gran felicidad que ha supuesto para la inmensa mayoría de los vascos la posibilidad de que, parece que esta vez sí, podamos alcanzar la tan ansiada paz. No quiero hablar ni de comunicados ni de organizaciones, que bastante publicidad les hemos hecho. Tan solo eso, la gran alegría que sentimos  porque se acabe un período que ha resultado demasiado largo y demasiado negro. Y qué mejor forma de manifestarlo que con este vídeo en el que se pueden contemplar algunos de los más bellos rincones que esconde nuestra querida tierra.



martes, 18 de octubre de 2011

16-10-11. Collado Mediano- Vuelta a la Pedriza


Cuando tengo que elegir entre dos males, siempre prefiero aquel que no he probado.
Mae West
 
Hoy teníamos muy claro el plan: primero ver la salida de la carrera de F1 y a continuación, iniciar  la ruta. Eso significa salir prácticamente en penumbra, pero al ser los primeros kilómetros por pista no ha supuesto ningún problema, mientras veíamos amanecer. El primer tramo se las trae, la dura subida hacia el depósito de agua de Collado Mediano, para continuar hasta la urbanización Reajo del Roble.
                                                                                
 
Amanece, que no es poco

Un pequeño tramo de la carretera del puerto de Navacerrada nos deja a los pies del embalse, que atrvesamos por su presa, camino de Becerril de la Sierra.
Estos primeros compases de la ruta, muy llevaderos, los aprovechamos para ir de charleta, intentando como siempre arreglar el mundo. Dado lo que se nos viene encima de aquí a las elecciones, ganas dan de no bajarse de la bici hasta que pase el vendaval. Aunque mucho me temo que el festival de incompetencia continuará después del 20N, gane quien gane. ¿Qué hemos hecho para merecer esto?. En un mundo ideal, un simple administrador de fincas debería servir para hacer un buen uso de nuestros impuestos. En el mundo real, unos impresentables amparados en el eufemismo de "vocación de servicio público" campan a sus anchas preocupándose básicamente de pillar el trozo más gordo del pastel. Pero esto es lo que hay, y probablemente, es lo que nos merecemos.


  Primeros kilómetros    
 
Atravesando la presa del embalse de Navacerrada















Me comenta mi hermano que va a ser la primera vez que vayamos a la Pedriza con buen tiempo. Por esas cosa de la buena organización, siempre nos ha pillado esta zona con frío, lluvia e incluso nieve. Tiene su encanto, que duda cabe, pero tener que patear hasta el collado de los Pastores con nieve puede llegar a resultar ligeramente jodido.
Después de atravesar Becerril transitamos por varias pistas y urbanizaciones. La última, la Ponderosa (inciso: ¿quien pone los nombres a las urbanizaciones?, ¿qué fuma?). Seguidamente durante un trecho tomaremos la pista del camino de Santiago de Madrid (y GR10) hasta que, unos 2 km antes de llegar a la barrera de entrada a la Pedriza, giramos bruscamente a la izquierda por una fuertes rampas. Por caminos muy rotos y atravesando un par de cancelas ascenderemos hasta llegar a la pista que nos conducirá al collado de Valdehalcones (esto lo he visto en el Sigpac, ni idea de su nombre). Antes de llegar a la pista, hay un pequeño bosquecillo de pinos en el que ha desaparecido el camino. No son más de 100 mts, y no hay pérdida, to tieso hasta encontrarnos con ella.

Una rampa dura, con el Yelmo al fondo
Al ir por este lado, nos evitamos ascender por la carretera al collado de Quebrantaherraduras, que a estas horas soporta bastante tráfico de la gente que quiere acceder a la Pedriza. Sí que lo ascenderemos a la vuelta.
Pasados unos kms, nos juntamos con el carril que viene de Canto Cochino, y por las conocidas zetas vamos ganado altura hasta alcanzar el collado de los Pastores. Como siempre, son innumerables los ciclistas con los que hemos compartido ascenso. Y como siempre, hemos adelantado a unos y nos han adelantado otros. Vamos, que nos ratificamos en nuestra condición de globeros nivel medio.

                                        

Aparta, compañero

Por la zona de las zetas

Llegamos a la cima con 30 kms en las piernas. Paramos a descansar un rato y comernos unos merecidos pastelitos. Entre los que descansaban junto a nosotros y los que han pasado, he contado no menos de 25 ciclistas. ¡Qué afición!.



El Collado de los Pastores

Retomamos la ruta, que aún queda mucha tela por cortar. Antes de llegar a la Buitrera, paramos en la fuente, pero está totalmente seca. ¡Que lleguen las lluvias, por Dios!. Pasamos el desvío a la Nava, pero hoy no era el día para ascender.  Así que optamos por continuar el descenso hasta Canto Cochino, donde nos detenemos un momento ya que estamos sin nada de líquido, y el calor hace mella.

Canto Cochino, petado como siempre
Pocas plazas de aparcamiento quedan libres. Aprovechando este extraño buen tiempo, el personal se solaza en uno de los rincones más maravillosos de la sierra madrileña. Cuando nos acercábamos aquí, hemos visto desde el camino a gente bañándose en la charca verde, un 16 de Octubre. Increíble.
Ahora sí, vamos a ascender al collado de Quebrantaherraduras, que no supone ninguna dificultad. Descendemos, primero por carretera y luego por camino, hasta enlazar nuevamente con el GR10 e iniciar el regreso a Collado Mediano. Hasta Becerril de la Sierra compartimos el camino de ida. A partir de aquí, tomamos la carretera para volver al punto de inicio.
Una bonita y durilla ruta la que nos ha salido. Wikiloc nos indica 63 km y 1.300 mts de desnivel acumulado.


lunes, 13 de junio de 2011

12-6-11. Collado Villalba-Bola del Mundo por caminos

En mi casa mando yo, pero mi mujer toma las decisiones.
Woody Allen

Hacía tiempo que tenía pendiente esta ruta. Hasta ahora, las pocas veces que había subido desde Villalba hasta la Bola del Mundo lo había hecho por carretera. Pero me faltaba subir evitando al máximo el asfalto. He dejado el coche en el aparcamiento de la dehesa, enfrente del tanatorio. A las 7,30h, estaba vacío. Con una temperatura algo fresca, empiezo a pedalear en dirección a Alpedrete.

 Primeros metros

Los primeros 4 km son prácticamente llanos, lo que viene bien como calentamiento. Para evitar el asfalto, tomo un camino paralelo a la carretera que me lleva hasta la estación de Renfe. Continúo por carretera poco más de 1 km en dirección a Guadarrama, hasta que me desvío a la derecha por una pista que lleva hasta Collado Mediano.  Aquí es donde empieza realmente la ascensión, aunque de momento de forma tendida. Antes de llegar a este pueblo, cerca ya del yacimiento romano, me desvío de nuevo a la izquierda hasta llegar a la carretera en el inicio del Alto (minitachuela) de la Serranilla.  Este va a ser el único tramo de asfalto de toda la ruta. Una vez coronado el Altillo, llego a Los Molinos y me desvío a la derecha para encaminarme a Cercedilla.

 Cerca de Cercedilla, con Siete Picos y la Bola al fondo

Ya en este pueblo, a la altura del polideportivo me encuentro con la salida de una carrera de cross que consiste secillamente en subir corriendo hasta el Telégrafo, en Navacerrada (¡madre mía!). A pocos metros comienza el Camino del Calvario y el ídem.

 Como su propio nombre indica

El primer tramo, hasta el embalse de Navalmedio, lo subo con plato mediano y mucha tranquilidad, siendo consciente de lo que me espera. Después de pasar la portilla al lado del embalse, tomo un pequeño sendero hasta llegar de nuevo a la pista ancha. Aquí me llevo la agradable sorpresa de comprobar que la han arreglado. Pero mi gozo se acaba pronto, exactamente después de vadear el arroyo posterior a la zona de los campamentos. Se les habrá acabado el presupuesto. Aquí comienza uno de los tramos pata negra, el del árbol de la cadena, en mi caso de platillo y piñón grande. Superado, giro a la izquierda para encarar unos metros de poca pendiente que me sirven para recuperar el resuello antes de afrontar lo más duro del Calvario, no tanto por la pendiente como por la piedra suelta que dificulta el agarre. Tanto, que es cuestión de suerte (vale, también de fuerza) el echar o no pie a tierra. En esta ocasión ha habido suerte. Cuando llego a la estación de Navacerrada coincido con algunos de los participantes en el cross que, por otros caminos, han llegado corriendo hasta aquí. El kilómetro y medio que me falta hasta coronar el puerto lo hago por la carretera, lo que sirve para que unos pocos ciclistas con flacas me adelanten sin compasión. Tranquilo, me digo, esta no es tu guerra. En la cima del puerto para unos isntantes para comer una barrita antes de enfrentarme hasta los 3,5 km de la ascensión a la Bola. Sé que son 40 minutos de apretar los dientes y tirar p'arriba. Por supuesto, nada de piques ni derroches de pundonor. Casi antes de dejar el aparcamiento ya he puesto el platillo, que hombre previsor vale por dos. Afortunadamente, no hay viento. No sería la primera vez que me tengo que dar la vuelta por no poder luchar simultáneamente contra la pendiente y el aire de cara. Cosa rara, esta vez me han adelantado dos coches y me he cruzado con otros dos que bajaban. No hay dolor, pienso, mientras lentamente van pasando los metros. En estas tesituras intento, o poner la mente en blanco, o pensar en cosas agradables como, por ejemplo, no sé, imaginar un mundo sin música bakala, o en su defecto, que España gane alguna vez el festival de Eurovisión. Tonterías así.

 Aquí empieza el suplicio desde el puerto de Navacerrada

 Ya queda poco

¡Anda, ya he llegado a la cumbre!. Aparte de estar muerto, lo noto por el frío. Menos mal de llevaba un chubasquero. Me relajo como siempre ante las vistas, doy buena cuenta de unos pastelitos e inmortalizo el momento para convencer a los descreídos.
 Prueba superada

Sin más, inicio el descenso, que todavía tengo pendiente mucha ruta. En principio, por donde he subido, hasta la última curva de la zona de las zetas. Aquí, sigo de frente y por un camino roto, desciendo bruscamente hasta llegar al camino de la tubería. Todo este tramo debo hacerlo a patita. Lo conozco de otras veces y me sigue resultando igual de insufrible. Si conociera otra alternativa la tomaría sin dudarlo, pero para hacer la ruta circular como pretendía era la única que me parecía viable.


 El camino de la tubería 

 Idem. Aquí está mejor

Pero no hay mal de 10 km dure y llego al mirador de las canchas, en La Barranca. A partir de aquí la ruta se convierte en un rápido y agradable descenso. Eso sí, en la zona de la Barranca con muchísimas precauciones ante la impresionante cantidad de gente, familias enteras, que me encuentro paseando. La verdad que no me importa, al fin y al cabo yo también soy senderista.

 La Bola desde el mirador de las canchas, en la Barranca

El pueblo de Navacerrada casi ni lo huelo, me dirijo directamente al embalse, que lo rodeo por su lado Este, hasta llegar a la carretera de la presa que me dejará en Becerril.


 En la cola del embalse de Navacerrada

Este pueblo debo atravesarlo totalmete hasta encontrar la pista que, bordeando el cerro del Telégrafo, me deja en Moralzarzal, último de los pueblos que voy a pasar. Y por otra pista en buen estado, me acerco rápidamente al punto de inicio, atravesando antes la zona de obras del futuro hospital de Villalba.
La ruta colgada en wikiloc me da una distancia de 56 km. El aparatejo me indica también que he subido 1.415 mts y he bajado 1.387 mts. Esto significa que, teóricamente, cuando he vuelto al punto de inicio estaba 28 mts por encima del coche. Pues no he sido consciente de ello, ni me había fumado nada raro.







domingo, 13 de marzo de 2011

13-3-11. Silla de Felipe II. Abantos

Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar.
Ernest Hemingway
La de hoy no me parece una ruta para machacarse en plan contrareloj, y no porque no tenga dureza para ello. Pero las zonas por las que transcurre invitan más al paseo sosegado, contemplando algunos de los rincones más espectaculares que la naturaleza nos puede ofrecer en Madrid. Vamos a atravesar dos zonas protegidas, el Bosque de la Herrería y el Monte del Romeral y el Cerrado, ambas pertenecientes al municipio de San Lorenzo del Escorial. 
La ruta la he iniciado, como casi siempre en esta zona, en el aparcamiento del merendero El Tomillar, que por cierto lo están restaurando después de años cerrado. Siempre viene bien una cocacola al acabar. Primero me he dirigido por carretera a San Lorenzo, donde una vez más he tenido ocasión de contemplar el monasterio, bordeándolo en dirección a Avila.

 Monasterio de El Escorial, a estas horas sin turistas

Una vez pasado, me desvío a la izquierda atravesando una puerta con una rústica cadena y entro en La Herrería, dejando a la derecha el golf. Voy bajando hasta que llego al cruce con la carretera de Avila. Una vez cruzada, comienza el primer ascenso del día, a la silla de Felipe II. Ya estoy dentro del Bosque de la Herrería, y realmente es una zona que merece un paseo a pie. De hecho, en los 4 o 5 km me habré parado unas 20 veces, para hacer fotos y leer los paneles informativos que nos dan cuenta de la amplia variedad de  flora existente. Nunca viene mal para aprender a distinguir los diferentes tipos de árboles y arbustos. Encontramos aquí robles, quejigos, sauces, arces, y distintos arbustos como cantueso, majuelo, retama, etc...

 Bosque de la Herrería

La carreterita que recorre el bosque termina de nuevo en un cruce con la carretera de Avila, ya en plena ascensión al Puerto de la Cruz Verde. Por unos pocos metros, vamos a tomarla, hasta llegar al desvío a la derecha en dirección a San Lorenzo. Seguimos unos 400 o 500 metros hasta que nos encontramos una barrera a mano izquierda dando paso a la pista que nos permitirá recorrer el monte del Romeral y del Cerrado, segunda zona de interés del día. A mí no me resulta tan espectacular como la Herrería, pero hay que reconocer el esfuerzo efectuado para acondicionar sus pistas y dotarla también de paneles informativos.


 Monte El Romeral

Una vez atravesado, tomamos una nueva senda bastante más rota, con la que vamos buscando el inicio de la subida fuerte del día: las famosas zetas de Abantos, un estrecho sendero con numerosas y cerradas curvas de 180º. Aquí, todo consiste en negociar bien las curvas y los saltos producidos por las piedras y las raíces superficiales. Rápidamente vamos ganando altura, hasta llegar a la carretera de Abantos, a la altura de la curva en la que se inicia la parte más dura de la ascensión.

 Sendero de las zetas

En esta ocasión, no vamos a completar la subida, sino que tomamos dirección bajada. Después de pasar por el arboreto Luis Ceballos y una fuente, llegaremos a un mirador.

 Así bajan los arroyos en Abantos

Aquí, tomaremos la carretera de la izquierda, después de pasar una barrera, y por un agradable y llano paseo por el bosque nos acercamos hasta una zona de mesas, donde se inicia el descenso. Pero no, no vamos a bajar todavía, sino que tomaremos la pista a la izquierda que nos acercará hasta el valle de los Caídos. Al poco de empezar por esta pista, nos encontramos con un rampón en el que mi deplorable estado de forma me obliga a echar pie a tierra. No pasa nada, ya he advertido que esta ruta es para disfrutar. Después se inicia una bajada hasta el mismo muro de cerramiento del Valle de los Caídos, y nos encontramos con una cancela cerrada a cal y canto.

 Camino al Valle de los Caídos

No sé si estará permitido pedalear por el interior. Todas las entradas que he visto, tanto por este lado como por la zona del embalse de la Jarosa están igual, y uno, respetuoso con la autoridad, nunca se ha atrevido a sortearlas, y menos en un enclave como éste, no vaya a ser que nos topemos con algún fantasma del pasado. Pero sí es verdad que, mirando en el Google Earth, se adivinan multitud de pistas por su interior con un aspecto magnífico.

 Cancela de acceso al Valle de los Caídos

Así que nos vemos obligados a dr la vuelta y retomamos la ruta por una pista paralela a la que traíamos, pero a menos altitud en la ladera. Casi al final, se convertirá en un estrecho sendero en el que podremos poner a prueba nuestra habilidad sobre la bici. Llegaremos de nuevo a la carretera de Abantos, desde la que iniciaremos una rápida bajada hasta el punto de inicio.

 Sendero casi al final

En total son poco más de 33 km. Como siempre, la he colgado en Wikiloc. Pero a mitad de ruta, se me ha apagado el GPS. Lo he vuelto a encender y he unido con el Mapsource las dos rutas resultantes. El track es correcto, pero no así el desnivel acumulado. Calculo que habrán sido unos 700-800 mts de desnivel positivo, lo que no está mal para tan pocos kms.