domingo, 24 de agosto de 2008

24-8-08. Navacerrada-El Calvario-Camino de la Tubería

Todos quieren cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo.
León Tolstoi

A pesar de mi aversión por las trialeras (más bien odio), hoy me he marcado una ruta por la zona del puerto de Navacerrada, incluyendo una bajada por el famoso camino de la tubería, que desemboca en el mirador de las Canchas del valle de la Barranca. Leyendo los foros de mountain bike, se comprueba que más de uno alcanza el orgasmo con esta bajada. Ya lo dijo el torero, hay gente pa tó. En mi caso, la he bajado en dos ocasiones y siempre me hago el firme propósito de no repetir. No hay problema, volveré a tropezar en la misma piedra. Creo también que debe ser una cuestión de edad. Con los años, uno se vuelve más prudente. Perdón, quería decir más torpe.
La ruta la he iniciado en Navacerrada pueblo, en la rotonda donde se inicia la pista que va a la Barranca. Los primeros 1.500 mts los realizo por la carretera M-607, en suave subida hasta llegar a la fonda Real. Aquí, tomo el desvío hacia el embalse de Navalme
dio y en sus primeros metros abandono la carretera para coger la pista que sale a la derecha. Esta pista evita bajar hacia el embalse, y se retoma el camino del Calvario un poco más adelante. Tampoco se ahorra gran cosa, y por supuesto ninguno de sus tramos más duros. Como siempre, sigo pasando dificultades en las pendientes más empinadas y con piedra suelta. Me resulta inevitable echar pie a tierra en algún punto en el que pierdo la tracción. Pero no hay cuesta invencible y sin más novedad corono el puerto. Aquí, esperaba encontrar mucha gente ya que hoy pasaba la clásica ciclista a los Puertos. Pero nada de nada, los mismos montañeros de todos los domingos, los inevitables moteros y ni un solo ciclista. Tan solo unas vallas publicitarias delataban el paso de la carrera. Es cierto que era muy pronto, pero también es verdad que, en lo que a aficionados se refiere, entre unos y otros se están cargando el ciclismo. Los directamente implicados, corredores, directores, etc..., se quejarán después de la falta de patrocinadores. Y lo que es peor, se quejarán de la falta de apoyos por parte de los estamentos oficiales. Sin entrar en muchas honduras, se hace difícil explicar a los ciudadanos que el estado financia un deporte en el que el dopaje está generalizado. Esta es la percepción más habitual. Y tampoco los ciclistas hacen mucho por desmentirlo. Al contrario que en otros países, se echa de menos corredores valientes que asuman sus errores y colaboren para erradicar esta lacra. Aquí, lo habitual es echar la culpa al empedrado. Cualquier día, van a pillar a un ciclista español con la jeringuilla en el brazo y dirá que es diabético desde hace media hora. Y después, pronunciará la frase mítica: "voy a luchar por demostrar mi inocencia". El día que explicaron en el colegio el concepto de autocrítica, los ciclistas españoles hicieron pellas.

El mirador de las Canchas

Una vez coronado el puerto, hay que seguir ascendiendo. Se toma la carreterilla que sube hacia la bola del mundo y se bordea el edificio del telesilla por la derecha (por la izquierda iríamos hacia la bola). El camino de las cabrillas (PR-17), nos lleva hasta un collado en el que se incia el descenso por el camino de la tubería. El primer tramo, hasta la curva de 180º a derechas, a mí me resulta totalmente inciclable. A partir de aquí, se alternan tramos cómodos con pasos de echar pie a tierra. Llegando ya al mirador de las Canchas, el sendero se suaviza y disfruto del descenso en medio de un espeso bosque. Ya en la pista, inicio una rápida bajada que me llevará a la zona del hotel. Nada más pasar los aparcamientos, cojo la pista de la izquierda. Casi al término de la misma, dado que me encuentro con fuerzas y tampoco he hecho tantos kms, vuelvo a desviarme a la izquierda en un giro de casi 180º e inicio el ascenso hacia el embalse de la Maliciosa.

Aquí se inicia el descenso de la Maliciosa

Hay que decir que esta vertiente es bastante suave y llevadera. Nada que ver con la otra vertiente, la que sube desde la urbanización Vista Real. Es sin duda alguna una de las más duras subidas de toda la sierra. Es la primera vez que bajo por este lado, y viendo la pendiente desde esta perspectiva, me sorprende que haya sido capaz de subir varias veces por ahí. Cuando acabo el descenso, me incorporo a la pista que forma parte del camino de Santiago desde Madrid. Siguiendo las flechas amarillas, llego hasta casi Navacerrada pueblo. Otro pequeño desvío más para pillar camino de tierra y llego sin más novedad al coche.
El GPS marca 33 km. Os podéis descargar la ruta aquí.

domingo, 10 de agosto de 2008

10-8-08. Collado Mediano-Silla de Felipe II

Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad.
Miguel Delibes


Circunstancias adversas me han impedido durante casi dos meses disfrutar de dos de mis aficiones: el ciclismo y este blog. No resueltos aún todos los problemas, me he tomado un respiro y, junto con mi hermano, hemos realizado una ruta para comprobar nuestro penoso estado de forma. Y no es retórica, realmente hemos acabado agotados, tanto por la excesiva longitud de la ruta, dadas nuestras posibilidades, como por el intenso calor, a pesar de haber iniciado la ruta a las 7,30 h. Pensábamos en una ruta a poder ser con pocos desniveles. Para la primera parte, digamos la ida, he tomado prestado el track de un post de foromtb denominado "La ruta de las estrellas", que describe una vuelta a la comunidad de Madrid ajustándose al máximo a su perímetro.
Como en muchas ocasiones, iniciamos la ruta en Collado Mediano. La primera parte es muy cómoda, bajamos por el camino del yacimiento romano hasta Alpedrete. Al llegar a la carretera giramos a la derecha en dirección Guadarrama, a dond
e llegamos a través de la vereda del Molino. Entramos en este pueblo por la rotonda del restaurante Sala (buenas gambas, lo dejaremos para otro momento). A partir de aquí, tomamos la carretera en dirección El Escorial. Una vez pasado el cruce del Valle de los Caídos, debíamos tomar el camino de la finca el Campillo, pero vemos que está cerrado el acceso a cal y canto. No es cuestión de ir invadiendo fincas, así que optamos por continuar unos pocos metros más por carretera, hasta el desvío del camping. Bordeamos éste, retomamos el track y , a través de la llamada "colada del camino de Villalba", llegamos hasta la rotonda del hospital. De nuevo llegamos a la carretera, para atravesar El Escorial hasta llegar al desvío de Robledo de Chavela.
Último esfuerzo en la Silla de Felipe II. ¡Qué belleza!, (el paisaje, no mi hermano). Bueno, vale, mi hermano también.

A partir de este punto, todo el trayecto es en ascenso hasta llegar a la Silla. Paramos aquí para reponer fuerzas y deleitarnos con las vistas. Por un momen
to, nos sentimos como el monarca cuando, desde este punto, vigilaba los progresos de la obra del monasterio. Pero todavía nos quedan muchos km por hacer, así que retomamos la ruta y nos encaminamos por una pista muy divertida hacia Zarzalejo. Llegamos a la carretera a la altura del barrio de la estación de este municipio. Giramos a la izquierda y en rápido descenso, alcanzamos el pueblo de Peralejo. De nuevo abandonamos la carretera y, una vez atravesado el pueblo, tomamos un camino que nos llevará, bordeando la urbanización Pinosol, de nuevo a las inmediaciones de El Escorial, cerca de Prado Nuevo. Sí, la finca en la que dicen que se aparece la virgen. Según algunos feligreses, cuando miran al sol ven a la virgen. Hombre, si alguien mira al sol, pueden pasar dos cosas, que pierda la vista o que, efectivamente, vea a la virgen y toda su corte celestial. Un caso como éste, tan aparentemente absurdo, se convierte en una buena oportunidad para practicar la tolerancia.

Camino de la Silla a Zarzalejo

Ya de vuelta al punto de inicio, tomamos el camino de las cancelas hasta la urbanización los Arroyos. La atravesamos por las pistas que seguimos en la marcha de los embalses de Galapagar, hasta llegar a la puerta verde y seguidamente a la ermita. Aquí, en vez de girar a la derecha hacia el Guijo, seguimos de frente hacia la colonia España y llegamos a Collado Villalba a la altura del polígono industrial P-29. Por cierto, al pasar por el pueblo abandonado de Navalquejigo, tomado de nuevo por los okupas, nos hemos cruzado con un hippie que se dedicaba a la divertida actividad de pasearse totalmente desnudo. Como único accesorio, portaba un botellín. Y no parecía el típico caso en el que el encarecimiento de la hipoteca le ha dejado litelamente en cueros.
Por la carretera de Guadarrama, nada más atravesar el puente del Herreño nos desviamos a la derecha para atravesar Los Negrales y tomar la carretera de Alpedrete a la altura del centro comercial Planetocio (¿o era Paletocio?). Para no repetir el camino de vuelta, en Alpedrete nos dirigimos a la zona de las Cerquillas de donde parte un sendero que nos lleva a la pista del yacimiento romano de Collado Mediano. A partir de aquí, repetimos el camino de ida, con alguna ligera variante, y sin más incidencias llegamos al punto de inicio.
Al final, nos han salido poco más de 63 km, sin grandes dificultades, pero como decía, la falta de entrenamiento y el calor han hecho mella. Hemos llegado literalmente rotos.
Edito para una pequeña rectificación, exigida por mi hermano: efectivamente, yo llegué destrozado. Él, solamente "cansado", y me tuvo que esperar. Al César lo que es del César.

Puedes descargar la ruta aquí en wikiloc.